Herman Melville, el padre de Moby Dick

Herman Melville fue un escritor, novelista, profesor, poeta y marinero estadounidense, cuya obra "Moby Dick" y su gran talento lo convirtió en una de las principales figuras de la literatura universal. Nacido el 1 de agosto de 1819 y fallecido el 28 de septiembre de 1891 en Nueva York, Estados Unidos.


La muerte de Herman Melville pasó desapercibida y sus obras permanecieron en el olvido hasta la década de 1920, cuando su genio recibió finalmente el reconocimiento que merecía.

Entre sus obras más destacadas figuran:

Moby Dick (1851)
Typee (1846)
Bartleby, el escribiente (1853)
Las encantadas (1854)
Cuentos de Piazza (1856)
Clarel (1876)

Para recordarlo te traemos algunas de sus mejores frases:

“No está marcada en ningún mapa: los sitios de verdad no lo están nunca.”

“¡Ah, qué valientemente trato de arrancar de los corazones de los demás lo que se ha prendido tan fuerte en el mío!”

“Este capitán era uno de esos valiosos mortales que se encuentran en todo tipo de profesiones, aun en las más humildes; esa clase de persona a la cual todo el mundo está de acuerdo en llamar ‘un hombre respetable’.”

“En realidad, él era uno de esos lobos de mar a quienes las penalidades y peligros de la vida naval, en esa época de prolongadas guerras, nunca le habían estropeado el instinto natural para el goce de los sentidos.”

“Existen empresas en las cuales el verdadero método lo constituyen un cierto y cuidadoso desorden.”

“Permítanos hablar, aunque mostremos todos nuestros defectos y debilidades: porque ser consciente de ello y no esconderlo es una señal de fortaleza.”

“Si bien lo miran, no hay nadie que no experimente, en alguna ocasión u otra, y en más o menos grado, sentimientos análogos a los míos respecto del océano.”

“No tengo objeciones contra la religión de nadie, sea cual sea, mientras esa persona no mate ni insulte a ninguna otra persona porque ésta no cree también lo mismo.”

“Existe algunos momentos y ocasiones extrañas en este complejo y difícil asunto que llamamos vida, en que el hombre toma el universo entero por una broma pesada, aunque no pueda ver en ella gracia alguna y esté totalmente persuadido de que la broma corre a expensas suya.”

@SimplesComillas