«Un hombre pinta con sus sesos, no con sus manos» Lo mejor de Miguel Ángel

Miguel Ángel fue un escultor, pintor, arquitecto y poeta italiano del renacimiento, que dejó impreso en el arte su fogoso temperamento; considerado uno de los más grandes artistas de la historia, desarrolló su labor entre Florencia y Roma, que era donde vivían sus grandes mecenas, la familia Médicis de Florencia, y los diferentes papas romanos.

Triunfó en todas las artes en las que trabajó, caracterizándose por su perfeccionismo. La escultura, según había declarado, era su predilecta y la primera a la que se dedicó; a continuación, la pintura, casi como una imposición por parte de Julio II y que se concretó en una obra excepcional que magnifica la bóveda de la Capilla Sixtina. Durante los últimos años de su vida, se dedicó sobre todo a trabajos de arquitectura.

Michelangelo Buonarroti nació en Caprese, el 6 de marzo de 1475 y falleció a los 89 años en Roma, el 18 de febrero de 1564.

Para recordarlo, te traemos algunos de los mejores pensamientos de Miguel Ángel:

«La muerte y el amor son las dos alas que llevan al buen hombre al cielo.»

«Con pocas palabras voy a hacerte entender mi alma.»

«Un hombre pinta con sus sesos, no con sus manos.»

«Las frivolidades del mundo me han robado el tiempo. Esto me ha hecho reflexionar sobre Dios.»

«¿Qué espíritu es tan vacío y ciego que no puede reparar en el hecho de que el pie humano es más noble que el zapato y que la piel humana es más hermosa que la prenda con la que se cubre?»

«La auténtica obra de arte no es más que una sombra de la perfección divina.»

«El genio es la paciencia eterna.»

«La vida es el regalo que Dios nos hace. La forma en que vivas tu vida, es el regalo que le haces a Dios.»

«La perfección no es cosa pequeña, pero está hecha de pequeñas cosas.»

«No hay daño tan grande como el del tiempo perdido.»

«La fe en uno mismo es el mejor y más seguro camino.»

«El mayor peligro para la mayoría de nosotros no radica en establecer unos objetivos demasiado altos y fracasar pronto, sino en establecer unos objetivos demasiado bajos, y lograrlos.»