Henry Alfred Kissinger es un político germano-estadounidense de
origen judío que tuvo una gran influencia sobre la política
internacional, no solo de Estados Unidos con respecto a los demás países
sino que también directamente sobre variedad de otras naciones. Ejerció
como secretario de Estado durante los mandatos presidenciales de
Richard Nixon y Gerald Ford, jugando este papel preponderante en la
política exterior de Estados Unidos entre 1969 y 1977 y fue consejero de
Seguridad Nacional durante todo el mandato inicial presidencial del
primero.
Kissinger se caracterizó por llevar las
riendas de un proceder internacional fuerte pero al mismo tiempo
negociador, siendo el artífice de la denominada «política de distensión»
con la Unión Soviética y China, país con el cual logró, durante el
mandato de Richard Nixon, consolidar excelentes relaciones, así como
abrirlos económicamente, situación en la cual casi se logra una paz
entre los bloques oriental y occidental, pero que no fue continuada por
sus sucesores.
Tuvo que hacerse cargo de poner fin a la
muy criticada Guerra de Vietnam y gestionar la crisis de la Guerra de
Yom Kippur, concibiendo una nueva visión de como llevar la política
exterior estadounidense, al colocar como último recurso la intervención
militar, siendo este nuevo proceder el que lo llevó a obtener el Premio
Nobel de la Paz en 1973, gracias al alto al fuego que logró establecer
en Vietnam.
Aun así, la controversia ha persistido
sobre su figura, debido, mayormente, a la intervención de la CIA en
varios Golpes de Estado sucedidos en Latinoamérica durante la década de
1970. Sus críticos lo consideran instigador de genocidios sistemáticos
de grupos políticos, estando probadamente ligado a varios regímenes
dictatoriales latinoamericanos, tales como el Régimen Militar (Chile) de
Augusto Pinochet o el Proceso de Reorganización Nacional de Argentina,
así como por ser el responsable de planes represivos como lo sería la
Operación Cóndor, cuya célula de origen habría sido la Escuela de las
Américas. Todo esto ha ocasionado que existan numerosas iniciativas que
persiguen conseguir su procesamiento ante instancias judiciales
internacionales, así como la retirada de su Premio Nobel.
En
la actualidad, ha pasado a actuar principalmente desde el sector
privado, fundó la Kissinger Associates, y es accionista y cofundador de
la Kissinger & McLarty Associates, así como miembro de las juntas
directivas y asesor de las empresas The Hollinger Group y Gulfstream
Aerospace. Además es rector de la Universidad de Georgetown y sirvió en
Indonesia como Asesor General de Gobierno.
Kissinger nació un 27 de mayo de 1923, hoy para conmemorar su cumpleaños 92 te traemos 12 de sus mejores frases:
«El comunismo encuentra gran audiencia allí donde no gobierna.»
«El noventa por ciento de los políticos dan mala reputación al diez por ciento restantes.»
«Los desafíos de esta magnitud no se pueden resolver por un mundo fragmentado en nación-estado autónoma o bloques rígidos.»
«El poder es el último afrodisíaco.»
«La diplomacia: el arte de limitar el poder.»
«Cada éxito sólo compra una entrada a un problema más difícil.»
«La historia no conoce de descansos y mesetas.»
«Nunca nadie va a ganar la batalla de los sexos; hay demasiada fraternidad con el enemigo.»
«Para estar absolutamente seguro de algo, uno debe saber todo o nada al respecto.»
«La tentación de América es creer que la política exterior es una subdivisión de la psiquiatría.»
«Como estadista, uno tiene que obrar con la suposición de que los problemas se tienen que resolver.»
«Toda civilización que ha existido, al fin se ha desplomado. La historia es una narración de esfuerzos que fracasaron, o aspiraciones que no se realizaron. Por eso, como historiador, uno tiene que vivir con un sentido de lo inevitable de la tragedia.»
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