¿Quién fue Emily Brontë? (+ Frases)

Emily Brontë fue una maestra, escritora, poeta y novelista inglesa autora de "Cumbres borrascosas", obra considerada una de las mejores narraciones en lengua inglesa y la más importante de la época victoriana.

Emily Brontë nació el 30 de julio de 1818, en el seno de una familia de clase media, de padre párroco anglicano de origen irlandés Patrick Brontë y madre Maria Branwell, quien falleció un año después de su nacimiento.

En 1820 la familia se trasladó a Haworth, donde el padre fue nombrado rector y las hermanas Brontë fueron enviadas al colegio de Clergy Daughters (Cowan Bridge, Lancashire). Tras caer enfermas de tuberculosis las dos hermanas mayores de Emily Brontë, se trasladaron a Haworth donde fallecieron en 1825.






Entre 1838 y 1841 trabajó como maestra e institutriz en Law Hill, cerca de Halifax (West Yorkshire). En 1842 Emily Brontë se trasladó junto a su hermana Charlotte a Bélgica, donde ingresaron en un internado privado de Bruselas para mejorar su francés, pero la muerte de su tía, que se encargaba de la casa de la familia, las obligó a volver.

En 1846 Emily publicó "Cumbres borrascosas", una historia de amor apasionado en la que los principios irreconciliables de la fuerza y la calma terminan por armonizarse. La novela fue juzgada como salvaje y burda por los críticos del siglo XIX, pero tiempo después se la reconoció como la expresión más genuina, profunda y contenida del alma romántica inglesa y una de las obras más importantes de la época victoriana.

Tras un resfrío contraído en el funeral de su hermano Branwell, Emily Brontë falleció de tuberculosis el 19 de diciembre de 1848. Tenía 30 años de edad.

Hoy para recordarla te dejamos algunas de sus mejores frases:

«Mi existencia se resumiría en dos frases: condenación y muerte.»

«Estás perdido -pensé-. Te precipitas tú mismo hacia tu destino...»

«Vamos. Un paseíto a caballo en una mañana tan hermosa es preferible a dormir una hora más.»

«Perdone que la moleste. Una mujer con una cara como la de usted tiene necesariamente que ser buena.»

«(...) Lo que pasa es que he perdido el gusto de destruirles, y me siento con muy pocas ganas de destruir.»

«El tirano oprime a sus esclavos, y éstos, en lugar de volverse contra él, se vengan en los que están debajo.»


«¡A cada momento necesito recordarme a mí mismo que he de respirar, que ha de seguir palpitándome el corazón...!»


«(...) La bestia ya se había convertido en carroña. Estaba muerto, rígido y helado, y no se podía hacer nada por él.»

«(...) Yo creo que los muertos reposan en sus tumbas, pero, sin embargo, no se debe hablar de ellos con esa frivolidad.»

«La traición y la violencia es exponerse a emplear un arma de dos filos con la que puede herirse el mismo que las maneja.»

«(...) Era un ángel entonces. Verdaderamente, era imposible no desear proporcionarle todas las alegrías que fuera posible.»

«¡Que te he tratado horriblemente y vas a vengarte! ¿Cómo vas a vengarte, torpe ingrato? ¿Cuándo te he tratado horriblemente yo?»